martes, 24 de febrero de 2009

Mi Huelva, ¡Ay¡ mi Huelva

No dejo de sorprenderme, o mejor dicho, no dejan de sorprenderme.

De todos es conocido que nadie escarmienta en cabeza ajena, pero ¿tan difícil es ver lo evidente?, tanto nos cuesta pararnos y mirar, observar y analizar..., pues sí, eso parece un imposible en mi Huelva.

Hace pocas fechas, hemos asistido a ver como Dña. Petronila (supongo que auspiciada por D. Manuel), procedía a explicar al concurrido mundo público la necesidad de conocer las necesidades del empresariado, y la obligación de entenderse en el fin común de vivir todos, que no es poco.

Pero cuando parecía que la cordura llegaba a mi Huelva, ¡Ay¡ mi Huelva, ahora recoge el testigo del desatino la Consejería, quien, viendo que todo va perfecto y que no hay cosas más importantes que hacer, se dedica a inspeccionar y perseguir a operativos, que de ámbito nacional, y a lo largo de toda nuestra costa, mantiene a muchas empresas y trabajadores que apuestan por morirse trabajando en invierno.

No nos vale el que el empresariado sólo cuenta lo malo, no nos vale que siempre esta llorando, que escribe con faltas de ortografía..., ese empresariado es el suyo, el mismo que intenta cuadrar los números para que a final de mes, todos cobren, el mismo que trabaja siete días a la semana, el que cuenta como le van las cosas, porque al final, nadie como él, sabe como le van las cosas..., las matemáticas en contabilidad, son siempre exactas.

No se puede ver el Turismo de Huelva desde el prisma de un amigo, aunque sea de Moguer, recuerde que la situación no admite errores, y el sector está especialmente sensible a "palitos en las ruedas", léase el alcalde de Lepe y su sensibilidad para con empresarios que apuestan por un destino, y al que luego se le niegan servicios (hamacas...), todavía no sabemos porqué.

El sector empresarial necesita ahora más que nunca, una administración sensible y cercana, comprometida con los problemas y necesidades, que hable de lo que va bien, pero que sepa escuchar lo que realmente va mal (no obviarlo).

Y el prisma, no olvide elegir el prisma general, en el que se ve todo, el que sabe defender un sector, no lo propio.

En fin, esperemos que podamos corregir este paso a tiempo.

Mi Huelva, ¡Ay¡ mi Huelva.


He dicho.

2 comentarios:

  1. Verdades como puños.

    Parece que nunca habrá sentido común.
    Si se preocuparan más por saber porque en estos años se han cerrado DEFINITIVAMENTE hoteles que dejan más de cien personas en la calle, y menos por que se le cuenten las cosas a su jefe, seguro que no tendría que mentir sobre las faltas de ortografía.
    Pero Lampy, las cosas normales y obvias aquí se convierten en "faltas de ortografía"
    Fijate tu, ahora que llega tiempo de carnaval, va y se quita la máscara.

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  2. Esos olvidados, a los que ahora inspeccionan por amiguismo de un señor de Moguer, llevan más de 15 años generando negocio y riqueza en nuestras costas, haciendo que crezcan empresas y manteniendo puestos de trabajo; Que curioso que nunca se preocuparan por este operador, saber que necesidades tenía, saber si se les podía ayudar en algún tema. Que lejos quedan esos años de lucha en completa soledad contra el intrusismo de gente que veía en los jubilados una magnifica fuente de ingresos sin arriesgar nada.
    Ahora un proveedor de servicios, intenta desacreditar y maltratar a un operador que genera un montón de puestos de trabajo directos e indirectos (Hoteles, Autocares, Restaurantes, Guías, Monumentos, etc...) Esta aclaración entre paréntesis, la hago para que se paren a pensar los que se hacen abanderados por amiguismo de causas injustas. Que sigan poniéndoles trabas, ellos tienen oportunidades en muchos otros destinos de España. Como bien dices amigo ¡¡AY!! Mi Huelva.

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