jueves, 26 de febrero de 2009

Sólo Sentido Común

En los tiempos que corren, en donde nadie piensa o prevee, sino que reacciona y responde, nacidos en la abundancia y educados en la facilidad de un mercado que todo lo soportaba, nos encontramos con la herencia de un sueño infantil e inmaduro en donde todo salía bien, y en donde al final se comían perdices... pero los cuentos son cuentos, y no negocios.



Ahora el cuento se torna en pesadilla, y el puñetero lobo que nos hacía reir, vestido de abuela, se ha comido a todo el mundo, y para colmo, nos cierra la cuenta de crédito...



Durante los últimos años, no ha hecho falta el sentido común, cualquier estrategia parecía buena, todo salía bien, y los riesgos no lo eran tanto... y así fueron apareciendo las opulencias, las expansiones, los mercedes, las casas, las risas, el jamón y el marisco como dieta básica, y el buen vino, porque ahora todo el mundo sabe de vino... Y de la memoria se eliminó el esfuerzo, la justa medida, y el mirar atrás, importante para no perder nunca la perspectiva real.



De repente, la experiencia se presentaba conservadora, como pesado lastre, y veíamos como los recien llegados, se erigían en líderes de fuerza inusitada, que en breve tiempo mostraban sus capacidades de abarcarlo todo, y todo poderlo, porque su ambición así se lo indicaba.



Pero el tiempo, el juez que todo lo juzga, demostró el verdadero valor de las cosas, y ahora se asiste a un tiempo inquietante en el que los riesgos se han convertido en amenazas, y éstas, en inexpugnables problemas... la avaricia se llamó ambición, y los sueños, proyectos.




Lo inaceptable es cuando el error de planificación propio tratamos de hacerlo ajeno, y queremos que el resto del empresariado u organismos públicos lo solventen, entonces sí, ahora todos nos sumamos a la unidad, a la estrategia común... y queremos ser todos iguales, y que a todos nos salgan las cuentas igual, independientemente a los riesgos asumidos...

La misma responsabilidad que se otorgó a los riesgos y decisiones tomadas, se debe tener ahora con las consecuencias resultantes. Y de ello debe aprender igual la administración, cuando impulsa al empresariado alimentando sueños, sin pensar en las consecuenciasm pues el empresariado no admite errores, aquí el error siempre se paga, y con dinero.

Sólo Sentido Común.

He dicho.


1 comentario:

  1. Sentido común, el menos común de los sentidos.

    Como pagar viajes de a "millón" de las antiguas pesetas a Nueva York a costa del presupuesto más corto de la provincia de Andalucía para promoción, mientras además se meten pluses y Universidades.

    Quizás fué para organizar el próximo "Congreso de Alcaldes con Isla" que ya tiene dos asistentes. El uno tiene
    Manhattan, y el otro la flecha, quizá si le dejaran hacer grandes avenidas entonces le prestaría atención.

    Y mientras de cervecitas para despedir al de la mesa.

    Tened cuidado que tiene que conducir y hasta la sierra hay curvas.

    A lo mejor querrán que los traigamos con champagne.

    Cosas veredes Lampy.

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