miércoles, 13 de mayo de 2009

Tiempos de Crisis


Por todos es conocido que la famosa crisis es un hecho tangible, que afecta a todos los estamentos económicos, si bien, especialmente al sector servicios.


En tiempos en los que las estrategias conforman un aspecto muy importante, para conseguir la supervivencia empresarial, se hace indispensable marcar líneas que palien las vicisitudes actuales.


Pero las estrategias han de ser especialmente estudiadas, pues podemos caer en la fácil tendencia a bajar los precios, que se ha convertido por desgracia, en un recurso demasiado al uso entre empresarios, que encuentran en esta acción, una rápida respuesta y reacción, como medio de acometer la consabida crisis.


El problema es cuando asociado a la bajada de los precios de venta de nuestros productos, va una bajada en la calidad del servicio, para conseguir mantener los márgenes, y salvar la cuenta de explotación o inversión. Es en este momento cuando aparecen los recortes de personal, o la bajada de costes, a cuenta de la calidad y/o cantidad de productos y servicios ofertados.


Cuando se entra en la "guerra de los precios", a costa de la calidad, uno malvende su producto, envenena el mercado, debilita su marca, su prestigio, y probablemente hipoteca su futuro, además de maleducar a un cliente, que sin duda alguna aprovechará la ocasión para sacar tajada, quien a sabiendas del esfuerzo, no estará de acuerdo en rebajar sus espectativas y exigencias, por lo que será igualmente el principal inquisidor y crítico, provocando con ello, no sólo que hayamos predido nuestro margen comercial, prestigio, buen nombre..., sino que además habremos perdido al cliente.


Y encima, no suele generar un buen resultado, porque siempre se corre el riesgo de encontrar alguien que es capaz de bajar, recortar y perder más, por lo que tu esfuerzo fue en balde.


Por ello, debemos buscar estrategias alternativas que palíen los malos momentos, pero siempre, inviertiendo en servicio, atenciones y calidad, porque son en sí mismo los mejores argumentos de venta, fidelización y futuro.


Durante otras épocas de crisis, hubo destinos internacionales que apostaron por bajadas de precios, y por ende, de la calidad y cantidad de servicios, y todos ellos, son ahora mismo, destinos masivos de un turismo sin retorno, que no aspiran más que a sobrevivir, sin otras miras. Por el contrario, hubo destinos que apostaron por otras estrategias frente a la crisis, que no suponían la bajada de precios, y en donde primaron el servicio y la calidad. Hoy por hoy, siguen siendo destinos de alta satisfacción, que si bien no son del todo accesibles para cualquiera, si se asocian a estándares de calidad altos, en donde los clientes están dispuestos a pagar algo más, y por ello mantien un reconocimeinto internacional.


Por eso la guerra no será nunca en los precios, sino en la calidad del servicio, ganando para el precio una satisfacción que genere margen suficiente para que el cliente lo solicite. No seremos los más baratos, pero sí los mejores.


He dicho.

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